5.10 AM, me despierto y no me cabe duda de que ya no volveré a dormirme antes de que el odiado despertador cumpla con su ingrata función. Trato de relajarme y descansar hasta entonces.
Tras levantarme y vestirme con el “traje de luces” me voy a hacer los últimos preparativos a la bici.
Todo parece en regla, hasta que me doy cuenta de que el freno trasero no funciona. No, no es que no vaya fino, es que está completamente bloqueada la maneta de freno y se ha convertido en un simpático elemento decorativo.
Superada la tentación de cortar el otro cable de freno (recordad que en este deporte “cuanto más difícil, mejor”) me dirijo a Boxes.
Parece que los nervios se han presentado de golpe a mi puerta, supongo que simplemente se debe a que mi físico de jirafa pálida y muscularmente poco definida desentona de alguna forma con el entorno que me rodea.
Tampoco ayuda ver bicis recién salidas de la NASA y ruedas de perfil por doquier, inevitablemente uno se dice que no llevas ese tipo de material si eres lento como un servidor, casi me da por pensar que es mejor así porque no quiero coger un resfriado cuando alguien me pase a toda castaña pero justo entonces recuerdo que, añadiendo el insulto a la ofensa, serán justamente ellos los que saldrán del agua un buen puñado de minutos antes que yo…
Me dirijo al agua y caliento un poco, la temperatura es agradable y se agradece porque no vamos a poder usar neopreno.
Tras la ya tradicional salida caótica, empieza la fiesta y parece que por una vez el que le da al botón de la lavadora no ha activado el programa de centrifugado, aún así tras la primera boya parece que llevo a un amigo en cola.
Inicialmente me da por pensar que debe ser un antiguo compañero de clase que se ha acordado de mí, pero no hay duda de que debe ser podólogo o un fetichista enfermizo por que su obsesión por mis pies roza lo absurdo.
Antes de que eleve el arte del Drafting a agarrarse de mis tobillos para que lo remolque, decido recordarle amablemente mediante unos bateos de pies extra que si sigue por ahí será mi turno de ejercer como médico en la especialidad de cirugía plástica, y ofrecerle una reconstrucción gratuita de la nariz.
Debe tener la agenda bastante cargada porque a los pocos segundos me deja en paz, seguramente otro cliente necesita sus atenciones.
Resto de la natación relativamente cómoda, tanto que salgo en más de 50 mins, está claro que a defecto de sentirme rápido me he debido sentir muy a gusto en el agua…
Es hora de arreglar el desaguisado, dirección Boxes para subirme a la bici (“burra” me parece algo despectivo por tradicional que sea en el mundillo).
Al poco tiempo empieza a subir, pero como pronto podré comprobar, no hay ninguna subida extrema y tampoco son demasiado largas.
El principal problema radica en la hidratación y es que el Sr. Lorenzo ha decidido apretarnos las tuercas a todos.
En poco tiempo me quedo sin agua y pasará un cierto tiempo antes de que pueda repostar en vuelo.
Que conste que cuando digo eso no quiero decir que “vuele” en la bici, me refiero más bien a coger esos ansiados botellines de agua sin parar y bajar de la bici, algo con lo que tengo algunos problemillas todavía y que algún día le costarán un buen susto a los voluntarios.
En cualquier caso sigo a lo mio y al final de la primera vuelta veo que voy 5 mins por debajo de lo esperado, vamos que no hacia falta tanto para decidirme a apretar los dientes e intentar hacer al menos lo mismo en la segunda.
Durante esa segunda vuelto paso a algunos y en un alarde de cortesía y buenas formas nadie se priva por hacer lo mismo conmigo, que majos, que bonito detalle, no hacia falta, de verdad…!
Veo a un chico cambiando su rueda y no puedo evitar pensar que si me pasa a mi no llevo recambio. Nota personal: jugar a la ruleta rusa en un Tri distancia B es una mala idea, ni te cuento si he de volver arrastrando la bici 30 Km. y caminando descalzo (andar con zapatillas de calas es igual de cómodo que cuando a una chica se le rompe un tacón y tiene que volver a casa sin taxis a la vista…).
Con la dignidad que me caracteriza aguanto estoicamente las ultimas subidas y aprovecho al máximo las bajadas, para plantarme en Boxes en 2h30, 10 mins menos del objetivo, cosa que me recuerda eufórica Montsiki, que ha logrado milagrosamente no derretirse bajo el sol.
Transición al estilo tiempo bala de Matrix donde uno se mueve muuyyy lentamente a pesar de que el tiempo transcurre implacable.
OK, llega el momento de la verdad, ese donde encomiendas tu alma al Diablo y se la dejas a buen precio a cambio de que simplemente no duela demasiado…la carrera a pie.
El calor me hace intuir que ya está, el agujero en la capa de ozono se ha materializado sobre Banyoles.
Las piernas duelen de lo lindo y al poco de empezar la fiesta se me contractura el cuadriceps derecho, ya solo falta esperar al hombre del mazo, casi puedo oírlo llamando a la puerta…
Son 3 vueltas de 6,7 Km., que parecen estirarse a medida que va pasando el tiempo.
Los avituallamientos se convierten en una especie de concurso de Mister camiseta mojada, mi firme compromiso con el planeta por ahorrar agua se viene abajo y no dudo en vaciarme por encima un botellín o dos para refrescarme, amén de la bebida isotónica que, cuidadosamente, evito verter sobre la cabeza por detestar ese look pegajoso que tanto me desfavorece.
Mientras tanto, Montsiki se ha puesto entre ceja y ceja salvar mi piel del envejecimiento prematuro y me provee de agua entre puesto y puesto, cosa que podría haberme costado la descalificación y desconocía, menos mal que los jueces no se atreven a salir de debajo de los toldos, prueba irrefutable de que son humanos.
Empieza la tercera y ultima vuelta.
Por un momento creo firmemente que ya no hay riesgo de ponerse a andar y eso parece animarme tanto como para subir un poco el ritmo.
Tras una zona de sombra, llegamos a una larga recta en subida, momento en el que el hombre del mazo sale de la nada para sacudirme hasta quedarse a gusto.
Sin duda me la tiene jurada desde hace tiempo, porque se ensaña con indudable alevosía.
En un rápida y precisa evaluación de los daños, debo escoger entre explotar y arrastrarme durante el resto de la prueba o recomponerme como esas chicas que van al baño para “hacerse unos arreglos”, así que decido echar el freno de mano y dar un respiro a mi pobre músculo cardiaco al que he estado estresando durante unas 5 horas ya.
Las piernas se suman al jolgorio general y parecen agradecer mi sabia decisión.
Pierden el tiempo por que ya preparo mi vuelta al ruedo, y a los pocos minutos decido volver a echar leña a la caldera, vuelta a trotar, “correr” es otra cosa.
Se acerca el ultimo Km., ese en el que tradicionalmente la perspectiva de cruzar la línea te hace recordar que tienes unas piernas de repuesto y que puedes volver a trotar “allegro ma non troppo”.
Paso a un tío que camina, parece corresponder al tipo de triatleta con el que solo me cruzo después de la llegada, en el área de descanso, él ya duchado y yo recién llegado.
Lo animo y le digo algo del estilo “ánimos, venga” tan socorrido para estas ocasiones por mucho que no implique nada más (como si me fuera a parar a esperarlo o algo así…).
Unos cien metros más adelante, recibo mi justo castigo por tanta hipocresía y el Dios de la larga distancia me gratifica con una rampa del trece en el isquio. Me quedo casi clavado, momento que aprovecha el triatleta al que he pasado (y animado) para pasarme sin piedad y escasa consideración, ni una sola palabra por su parte, en el fondo resultará que no soy tan mala persona.
No puedo evitar pensar que la próxima vez seria mejor asegurarme de “acabarlo” mientras todavía anda, pero en la batalla entre el bien y el mal gana el ángel que llevo dentro y decido que tras “acabarlo” echaré un poco de hierba por encima, para que parezca un accidente…
Miro el crono y veo que un esfuerzo más y todavía puedo pasar por debajo de 5.30 h, lo que acabo por conseguir para cerrar la jornada con un 5:26 que me deja un considerable buen sabor de boca.
Natación justita, buena bici y carrera decente, vamos por buen camino para mejorar el tiempo de Wiesbaden 07.
lunes, 30 de junio de 2008
viernes, 27 de junio de 2008
Con B de...Banyoles
Poco más de un día antes de afrontar el Triatlón B de Banyoles (2,2 Km. natación/80 Km. bici/20 Km. carrera).
En mi preparación de cara a afrontar el reto de Frankfurt 2009, tres pruebas son clave en 2008.
El B de Banyoles, el Half Ironman de Wiesbaden (10/08/08), y el Maratón de Palma de Mallorca (19/10/08).
La lluvia me ha impedido participar en pruebas más cortas (Sprint Sitges/Sprint del Prat) y en otras más especificas como la cicloturista Transcollsera, que permitan evaluar mi progresión, así que cómo llego a este B es una incógnita absoluta para mi.
La distancia es prácticamente idéntica a la de un Half y recuerdo bien lo que sentí en la mañana de mi primer Half (Wiesbaden 07). Sencillamente no sabía si llegaría o si me cortarían en uno de los parciales.
Ahora mi primera prueba del año es prácticamente idéntica en cuanto a distancia, aunque no tan dura en el tramo ciclista.
Haga el tiempo que haga, simplemente llegando entero a la línea habré realizado algo impensable hace un año.
Mis previsiones? no tengo, no puedo tenerlas, no tengo referencias como ya he dicho.
Pero sí tengo objetivos, y no me importa "mojarme" y compartirlos con quien lea esta entrada:
Natación: por debajo de 50 min.
Bici:
Objetivo 30kms/h, lo que me situaría en 2h 40mins (dado mi nulo dominio de la bici daría por bueno lograr una media de 29-30 Km. /h).
Carrera: Entre 1:50 y 2h
Los números no lo son todo, en realidad las cosas más importantes en la vida no pueden ser cuantificadas, es más, si puedes cuantificarlas es porque no son realmente relevantes, así que, en paralelo al tiempo que logre, me fijo otros objetivos.
Ser más agresivo en la natación y en la bici, y "aguantar el tipo" en la carrera, sin olvidar "gestionar" bien mi esfuerzo a lo largo de la prueba y, como no, disfrutar del día y de las sensaciones.
Sin duda, mis aspiraciones harán sonreír a más de uno, máxime cuando esos tiempos me sitúan de antemano en la ultima página de los resultados a tenor de lo visto en los últimos años de esta prueba, pero los que solo piensan en términos de resultados (tiempos en este caso) desconocen algo esencial.
Orientarse a un resultado es un error, es el proceso lo realmente importante, el resultado viene condicionado por el proceso y no al revés.
En mi preparación de cara a afrontar el reto de Frankfurt 2009, tres pruebas son clave en 2008.
El B de Banyoles, el Half Ironman de Wiesbaden (10/08/08), y el Maratón de Palma de Mallorca (19/10/08).
La lluvia me ha impedido participar en pruebas más cortas (Sprint Sitges/Sprint del Prat) y en otras más especificas como la cicloturista Transcollsera, que permitan evaluar mi progresión, así que cómo llego a este B es una incógnita absoluta para mi.
La distancia es prácticamente idéntica a la de un Half y recuerdo bien lo que sentí en la mañana de mi primer Half (Wiesbaden 07). Sencillamente no sabía si llegaría o si me cortarían en uno de los parciales.
Ahora mi primera prueba del año es prácticamente idéntica en cuanto a distancia, aunque no tan dura en el tramo ciclista.
Haga el tiempo que haga, simplemente llegando entero a la línea habré realizado algo impensable hace un año.
Mis previsiones? no tengo, no puedo tenerlas, no tengo referencias como ya he dicho.
Pero sí tengo objetivos, y no me importa "mojarme" y compartirlos con quien lea esta entrada:
Natación: por debajo de 50 min.
Bici:
Objetivo 30kms/h, lo que me situaría en 2h 40mins (dado mi nulo dominio de la bici daría por bueno lograr una media de 29-30 Km. /h).
Carrera: Entre 1:50 y 2h
Los números no lo son todo, en realidad las cosas más importantes en la vida no pueden ser cuantificadas, es más, si puedes cuantificarlas es porque no son realmente relevantes, así que, en paralelo al tiempo que logre, me fijo otros objetivos.
Ser más agresivo en la natación y en la bici, y "aguantar el tipo" en la carrera, sin olvidar "gestionar" bien mi esfuerzo a lo largo de la prueba y, como no, disfrutar del día y de las sensaciones.
Sin duda, mis aspiraciones harán sonreír a más de uno, máxime cuando esos tiempos me sitúan de antemano en la ultima página de los resultados a tenor de lo visto en los últimos años de esta prueba, pero los que solo piensan en términos de resultados (tiempos en este caso) desconocen algo esencial.
Orientarse a un resultado es un error, es el proceso lo realmente importante, el resultado viene condicionado por el proceso y no al revés.
jueves, 26 de junio de 2008
Felices Sueños...
Existen cientos (miles?) de blogs en la Red relacionados con el mundo del Triatlón, y más específicamente con el mundillo de la Larga Distancia y el omnipresente Ironman...que tiene este de particular ? NADA, RIEN DE RIEN, NOTHING…
A los más avanzados de la clase no se os habrá escapado mi nula predisposición al auto-marketing, pero no saquéis pecho todavía, los enteradillos nunca han sido Santos de mi devoción, así que os diré lo que sí tendrá.
En común tendrá la misma combinación de ilusión (llamada "locura" para el que no esta enganchado a esto), unidimensionalidad salpicada de algún nota de color ajena a la obsesión por el entreno, resultados, competiciones, etc..., y desde luego cumplirá con su función primordial, que no es otra que la muy terapéutica "tengo que contar esto o me dá algo, aunque nadie me escuche/lea", tan propia de los que estamos pilladitos con esto del Ironman.
OK, ok, las más elementales reglas de una redacción escolar dicen que hay que presentar y definir el sujeto del que vamos a hablar y yo de momento he mencionado ya dos veces el "Ironman" (tres con esta, bien visto el del fondo...) sin decir que narices es.
El problema es que si lees esta entrada o bien me conoces y ya has sufrido mi excepcional capacidad para hablar de lo mismo durante horas (si no es el caso, visualiza a Castro hablando de triatlón y te harás una idea bastante exacta) o bien sabes más que yo del tema, lo cual, espero que me perdones, tampoco es como para tirar cohetes...
Iremos al grano (una vez no es costumbre) y lo definiremos alegremente como un triatlón de larga distancia. Por larga distancia me refiero a 3,8 Km. de natación, 180 Km. de ciclismo y un maratón 42,195 Km. (a notar que lo duro en esta ultima prueba son los últimos 195 m, no os hacéis idea de lo que cuesta guardar un mínimo de compostura en esos escasos metros…).
Y como creo firmemente en que si quieres hacer algo bien "hazlo tú mismo", en vez de poneros un link os diré que si queréis saber más el Sr. Google estará encantado de daros más detalles al respecto.
Pasemos al porqué de este blog.
El caso es que ayer me inscribí al Ironman de Frankfurt 2009, algo con lo que llevo soñando unos dos o tres años aproximadamente, que serán tres-cuatro para cuando efectivamente pueda realizar dicho sueño, y es que algunos sois realmente buenos en mates y no hay quien os tosa.
Puedo ver desde aquí las caras de incredulidad de los que no estáis pirados por esto…”ha dicho “sueño”? “, puede alguien “soñar” con auto-infligirse semejante tortura? Es verdad que no contentos con dejarse uno años de vida en el camino, además pagan para ello?, tengo un amigo que conoce a alguien que dice haber acabado uno, etc., etc.…
Pues si, es posible soñar con ello, es más, es una condición indispensable para afrontar la prueba porque, señores y señoras, niños y niñas, hay que quererlo realmente, no bastará con entrenar porque, para que nos vamos a engañar, si respondéis al perfil del currito medio tenéis poco tiempo para nadar, ir en bici, correr, hacer pesas, estirar, tomaros un yogur bio al dia, tener una conversación decente con alguien querido, leer varios diarios para contrastar la veracidad de la información, sacar la basura, quedar con los amigos…
Y como la auto-aceptación de mis errores nunca ha sido mi punto fuerte, delataré al culpable de todo esto…que no es otro que Internet y La Mula…
http://video.google.com/videoplay?docid=4984737890900640428&hl=fr
Cierto es que antes me había pasado por la cabeza que esto del Tri tendría su gracia, pero lo archivé en lo más profundo de alguna de mis mazmorras mentales hasta que un día me dio por buscar.
Fue definitivo y recuerdo que supe que no había alternativa, yo también quería ser el numero 1390.
Porque por mucho que os digamos lo contrario, el auto-engaño es nuestra mayor virtud, y es que a pesar de que entrenemos todo lo posible para llegar lo más rápido posible y en buenas condiciones, la verdad es que nada nos haría más infelices que no haber sufrido seriamente al menos durante una de las tres pruebas. Nada podría reparar la “decepción” de llegar frescos y no tener una batallita que contar una y otra vez, a los demás sí, pero sobretodo a nosotros mismos, para grabar a fuego en nuestro cortex unas imágenes de sufrimiento que podamos volver a proyectar una y otra vez para, finalmente, “ver” ese otro momento por el que renunciamos a tanto, para poder vernos cruzar una y otra vez esa línea que lo es todo, el principio y el fin de nuestro sueño.
Felices sueños a todos…
A los más avanzados de la clase no se os habrá escapado mi nula predisposición al auto-marketing, pero no saquéis pecho todavía, los enteradillos nunca han sido Santos de mi devoción, así que os diré lo que sí tendrá.
En común tendrá la misma combinación de ilusión (llamada "locura" para el que no esta enganchado a esto), unidimensionalidad salpicada de algún nota de color ajena a la obsesión por el entreno, resultados, competiciones, etc..., y desde luego cumplirá con su función primordial, que no es otra que la muy terapéutica "tengo que contar esto o me dá algo, aunque nadie me escuche/lea", tan propia de los que estamos pilladitos con esto del Ironman.
OK, ok, las más elementales reglas de una redacción escolar dicen que hay que presentar y definir el sujeto del que vamos a hablar y yo de momento he mencionado ya dos veces el "Ironman" (tres con esta, bien visto el del fondo...) sin decir que narices es.
El problema es que si lees esta entrada o bien me conoces y ya has sufrido mi excepcional capacidad para hablar de lo mismo durante horas (si no es el caso, visualiza a Castro hablando de triatlón y te harás una idea bastante exacta) o bien sabes más que yo del tema, lo cual, espero que me perdones, tampoco es como para tirar cohetes...
Iremos al grano (una vez no es costumbre) y lo definiremos alegremente como un triatlón de larga distancia. Por larga distancia me refiero a 3,8 Km. de natación, 180 Km. de ciclismo y un maratón 42,195 Km. (a notar que lo duro en esta ultima prueba son los últimos 195 m, no os hacéis idea de lo que cuesta guardar un mínimo de compostura en esos escasos metros…).
Y como creo firmemente en que si quieres hacer algo bien "hazlo tú mismo", en vez de poneros un link os diré que si queréis saber más el Sr. Google estará encantado de daros más detalles al respecto.
Pasemos al porqué de este blog.
El caso es que ayer me inscribí al Ironman de Frankfurt 2009, algo con lo que llevo soñando unos dos o tres años aproximadamente, que serán tres-cuatro para cuando efectivamente pueda realizar dicho sueño, y es que algunos sois realmente buenos en mates y no hay quien os tosa.
Puedo ver desde aquí las caras de incredulidad de los que no estáis pirados por esto…”ha dicho “sueño”? “, puede alguien “soñar” con auto-infligirse semejante tortura? Es verdad que no contentos con dejarse uno años de vida en el camino, además pagan para ello?, tengo un amigo que conoce a alguien que dice haber acabado uno, etc., etc.…
Pues si, es posible soñar con ello, es más, es una condición indispensable para afrontar la prueba porque, señores y señoras, niños y niñas, hay que quererlo realmente, no bastará con entrenar porque, para que nos vamos a engañar, si respondéis al perfil del currito medio tenéis poco tiempo para nadar, ir en bici, correr, hacer pesas, estirar, tomaros un yogur bio al dia, tener una conversación decente con alguien querido, leer varios diarios para contrastar la veracidad de la información, sacar la basura, quedar con los amigos…
Y como la auto-aceptación de mis errores nunca ha sido mi punto fuerte, delataré al culpable de todo esto…que no es otro que Internet y La Mula…
http://video.google.com/videoplay?docid=4984737890900640428&hl=fr
Cierto es que antes me había pasado por la cabeza que esto del Tri tendría su gracia, pero lo archivé en lo más profundo de alguna de mis mazmorras mentales hasta que un día me dio por buscar.
Fue definitivo y recuerdo que supe que no había alternativa, yo también quería ser el numero 1390.
Porque por mucho que os digamos lo contrario, el auto-engaño es nuestra mayor virtud, y es que a pesar de que entrenemos todo lo posible para llegar lo más rápido posible y en buenas condiciones, la verdad es que nada nos haría más infelices que no haber sufrido seriamente al menos durante una de las tres pruebas. Nada podría reparar la “decepción” de llegar frescos y no tener una batallita que contar una y otra vez, a los demás sí, pero sobretodo a nosotros mismos, para grabar a fuego en nuestro cortex unas imágenes de sufrimiento que podamos volver a proyectar una y otra vez para, finalmente, “ver” ese otro momento por el que renunciamos a tanto, para poder vernos cruzar una y otra vez esa línea que lo es todo, el principio y el fin de nuestro sueño.
Felices sueños a todos…
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