Este domingo toca estrenar la “temporada” con el Half Ironman Challenge Barcelona, un aperitivo de considerables dimensiones previo al IM Frankfurt, y que espero no se me indigeste más allá de lo razonable.
Tengo dos objetivos en mente, uno cae por su propio peso, dado que siendo mi primer tri del año me dirá “donde” estoy a nivel preparación, el segundo es tratar de extrapolar lo que haga el 5 de Julio a partir de mis tiempos en el Challenge.
En realidad, el segundo objetivo es bastante absurdo ya que lo único que debe importarme en Frankfurt es cruzar la línea de meta, el tiempo en el que pueda lograrlo es un calentón mental de pronóstico reservado.
De hecho los tiempos intermedios que me planteo, no son menos absurdos, dado que son muchos los factores que pueden alterar el resultado final de cada uno de ellos.
Añadid a eso mi endiablada y legendaria consistencia en caerme de la bici / lesionarme / contraer alguna extraña enfermedad tropical, agudización de mi Alzheimer galopante, etc, etc…año tras año poco antes de las grandes citas de la temporada, y la conclusión es que esperar lograr unos tiempos concretos en esta prueba no es lo más realista y objetivo que uno pudiera desear.
Y sin embargo, quiero mejorar cada uno de los tiempos que tengo en mente.
Porque, el caso es que no hago este deporte por que sea precisamente razonable, para mi su atracción reside justamente en lo contrario, en su desmesura, su escasa moderación y porque, haciendo honor a quien acuñó la frase que me sirve de titulo de este post y sirviéndome de otra de sus citas…
…”No solamente no soy moderado, si no que trataré de no serlo nunca” (Ernesto “Che” Guevara).
miércoles, 20 de mayo de 2009
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